Siete personas resultaron heridas ayer de perdigones y otras diez fueron detenidas en medio de violentas protestas que se registraron en los sectores La Joya y Baracoa, de Santiago, en repudio a la brutal golpiza de que fue víctima una mujer supuestamente por una patrulla de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
Yalisa Poline Martes, de 30 años de edad, se mantiene en estado grave en el hospital regional José María Cabral y Báez.
Familiares denuncian que la dama fue agredida por agentes antinarcóticos al mando de un capitán conocido como Ciriaco y lamentaron que la agresión ocurrió en presencia de un fiscal adjunto de Santiago, a quien acusan de no hacer nada para evitarlo.
Ayer, manifestantes, algunos encapuchados, enfrentaron con piedras a miembros de la Policía Nacional y éstos a su vez respondieron con gases lacrimógenos y disparos de escopetas y revólveres.
Anoche sólo fue posible identificar a los heridos como Saúl Pérez, “Carlito Pitipúa”, Soto Rondón, “El Bebé”, “Juan el Prieto”, “Carlos El Sangrú” y “Joselito”.
Los vehículos que transitaban por las avenidas Hermanas Mirabal y Circunvalación eran apedreados por manifestantes y algunos resultaron con sus cristales rotos.
Un señor que no fue identificado resultó herido de una pedrada, luego de que le rompieran cristales de su vehículo cuando se desplazaba por un lugar donde protestaban.
El comercio de la parte baja de la ciudad, escenario de los disturbios, cerró sus puertas.
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DEFENSA DE LA MADRE Y VERSIÓN DE LA DNCD
Alba Rosa Marte Rodríguez, madre de la mujer agredida, dijo que debido al estado de gravedad que presenta su hija fue transferida a la Unidad Quirúrgica del hospital Cabral y Báez, donde los médicos dicen que su estado “es bien delicado”.
Al acusar a los agentes antinarcóticos de actuar con brutalidad, negó que su hija al momento de su detención le encontraran drogas, sino una pastilla para calmar un dolor de cabeza.
Mientras que el vocero de la División Norte de la DNCD, Abel Rojas, afirmó que los agentes antinarcóticos fueron agredidos a tiros y pedradas por vecinos de la zona donde se hizo la operación.
Asimismo, dijo que Poline Martes presumiblemente tenía en su poder cinco porciones de crack, los cuales tragó cuando se percató de la presencia de los agentes y que eso sumado a que sufre de epilepsia agravó su estado de salud.
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